Marina Junqueira inició su camino en el arte visual en 2018, luego de haber dedicado más de 20 años a la industria cinematográfica. Hoy, su obra —que fusiona pintura, collage, dibujo y fotografía— se destaca por un estilo intuitivo, experimental y lleno de energía. En esta entrevista, Marina nos comparte las motivaciones detrás de su cambio de carrera, cómo sus vivencias en Inglaterra y Nueva York han influido en su estética, y los retos que enfrenta en la internacionalización de su propuesta artística, especialmente en su búsqueda de representar galerías en España y Portugal. Además, reflexiona sobre el valor de las mentorías y el apoyo de comunidades como Migrarte.
Tu camino en el arte visual comenzó en 2018 tras una etapa en la industria cinematográfica ¿Qué motivó ese cambio?
Después de trabajar en la industria cinematográfica en diferentes áreas durante más de 20 años, sentí que necesitaba tener el control absoluto sobre la creación de mis propias imágenes. Recuerdo sentirme a menudo frustrada durante los procesos, como si hubiera una limitación para mi creatividad.
Creo que había cultivado y acumulado tanto en esos años que necesitaba sacar mis propias ideas de mi mente. ¡De repente, descubrí un enorme placer en expandir mi mundo imaginario y hacerlo realidad con todas las posibilidades artísticas de expresión!
Además, mis 3 hijastros se estaban independizando y conseguí una habitación libre para mí, que rápidamente se convirtió en mi estudio.
Dibujar y pintar comenzaron de forma automática. Sentí que podía hacer lo que quisiera sin tener que luchar por ello. Fue como liberarme.
Viviste en Inglaterra en los años 90 y trabajaste en Nueva York. ¿Cómo influyeron esas experiencias en tu sentido estético y en los temas que abordas?
Vivir en Inglaterra durante gran parte de los años 90 fue una experiencia intensa y formativa que marcó profundamente mis sensibilidades estéticas. Creo que el estilo ecléctico de los ingleses, junto con los extensos viajes por Europa durante ese tiempo, alimentó mi necesidad de expresión visual. Me sentí considerablemente más a gusto en tierras extranjeras que en mi propio país.
Antes de regresar definitivamente a Brasil en 1999, pasé un año en Nueva York, aún trabajando en la industria cinematográfica. Pero la ciudad era tan cosmopolita, enérgica y llena de arte que necesitaba encontrar una forma de liberar tensiones, así que comencé a pintar como pasatiempo.
La vibra del pop art, los colores brillantes y el tipo de composiciones caóticas que uso definitivamente provienen de ese período de mi vida cuando vivía en el extranjero.
Los temas que abordo en mi obra son, sin duda, el resultado de las experiencias estéticas visuales vividas y absorbidas durante este período fuera de Brasil.
Un aspecto que me parece muy valioso de tu trabajo es que no busca justificarse ni transmitir un mensaje concreto, sino que surge desde la espontaneidad y la experiencia personal. ¿Cómo te posicionas en un mundo del arte donde muchas veces se espera que las obras tengan un discurso definido?
No creo necesariamente que el arte deba tener una postura militante. De hecho, creo que la expresión artística permite que las personas se conecten entre sí, incluso si tienen opiniones diferentes sobre diversos temas.
No creo arte con el objetivo explícito de influir en la opinión de alguien sobre un tema específico. En cambio, espero evocar sentimientos agradables en aquellos que estén dispuestos a dejarse llevar por la fantasía y el surrealismo.
Encuentro que la realidad es demasiado dura, especialmente en estos días.
También creo que mi obra habla por sí misma; no hay explicaciones concretas para mis imágenes. El arte es subjetivo; cada quien lo ve e interpreta a su manera.
Para mí, se trata de ofrecer un espacio para que las personas disfruten plenamente de los efectos de la libertad creativa.
“Creo que la expresión artística permite que las personas se conecten entre sí, incluso si tienen opiniones diferentes sobre diferentes temas”
Has realizado exposiciones individuales en Brasil y Reino Unido, y colectivas en Brasil y Portugal. Ahora tu mirada está puesta en poder encontrar galerías o espacios expositivos que dialoguen con tu obra para poder exponer en países como España o Portugal. ¿Cuáles son los principales desafíos de este proceso y qué estrategias estás implementando para lograrlo?
Uno de los mayores desafíos que enfrento hoy al intentar trabajar con galerías y seguir exponiendo fuera de Brasil es la necesidad de adaptarme a requisitos formales sin dejar de ser mi propia agente, curadora y productora. Se necesita discernimiento para buscar las oportunidades más adecuadas para mi obra. Tengo que entender la mejor forma de presentarme, sabiendo que esto solo puede suceder si dejo a un lado algunos aspectos de mi personalidad, como la timidez.
Requiere mucha investigación, conexiones con otros artistas y comunidades. Considero que mi interacción con Migrarte es una estrategia muy poderosa. Ha sido más fácil aceptar estos desafíos con el apoyo y el conocimiento que me brindan las experiencias y procesos de otros artistas.
Creo que es necesario estar presente en las exposiciones, para conocer a la gente. Además de interactuar intensamente en redes sociales (lo cual para mí requiere un esfuerzo tremendo), es preciso enfocarse y tener mucha organización. Es fundamental establecer metas y horarios para trabajar en ello.
Muchos artistas en Migrarte están en una situación similar a la tuya: han logrado avances en su carrera y buscan dar el siguiente paso en su internacionalización. ¿En base a tu experiencia en nuestra comunidad, cómo crees que la plataforma Migrarte puede contribuir al crecimiento de este tipo de artistas?¿Cómo han potenciado las mentorías tu crecimiento profesional?
Las mentorías me han ayudado a establecer procesos y objetivos. También han sido invaluables para desmitificar la imagen, a menudo idealizada, de curadores, galeristas e incluso de los propios artistas, quienes a veces pueden parecer inalcanzables. Lo que quiero decir es que, al escuchar y discutir mi trabajo y procesos creativos, construyo mucha más confianza en mi propia fuerza como creadora.
Las mentorías proporcionan una perspectiva externa y analítica sobre los procedimientos “tediosos” que todo artista necesita atravesar de manera natural.
Para mí, esto ha hecho que sea más fácil y menos incómodo presentarme tal como soy y enfrentar una etapa aún bastante desafiante en esta carrera.
“Considero mi interacción con Migrarte una estrategia muy poderosa. Se ha vuelto más fácil aceptar los desafíos conociendo las experiencias y procesos de otros artistas”
La entrevista con Marina revela el viaje de una artista que decidió tomar las riendas de su creatividad tras más de 20 años en el cine. Sus experiencias internacionales y su compromiso con la libertad expresiva han dado forma a una obra vibrante y auténtica. Con el apoyo de plataformas como Migrarte, Marina continúa superando desafíos y trabajando para internacionalizarse, buscando oportunidades en galerías de España y Portugal. Gracias Marina por compartir tu historia!
→ Puedes ponerte en contacto con Marina directamente dejándole un mensaje en su perfil o dejar un comentario aquí mismo 🙂
En un mundo donde la incertidumbre y la fragmentación parecen marcar el ritmo de la vida moderna, Art One surge como un proyecto que busca reconectar a la humanidad a través del arte y la tecnología. Creado por Andrés Del Rio , este ambicioso emprendimiento transforma trajes espaciales en lienzos vivos, encapsulando la memoria cultural de 28 países y fusionando la exploración espacial con el arte contemporáneo.
Los astronautas han sido históricamente símbolos de valentía, conocimiento y exploración. Art One los convierte en embajadores del arte, con trajes que reflejan la diversidad cultural del planeta y que actúan como guardianes de nuestra identidad. Estos 128 trajes, intervenidos por artistas internacionales, no solo cuentan historias de tradición y modernidad, sino que también llevan un mensaje de autenticidad y pertenencia a las calles, las escuelas y las zonas de conflicto, convirtiéndose en faros de esperanza para el futuro.
El Arte como Archivo Vivo de la Cultura
Cada traje es una pieza única, seleccionada cuidadosamente a partir de la visión de artistas de distintas disciplinas y tradiciones. La convocatoria de Art One prioriza creadores que mantengan una fuerte conexión con su herencia cultural, desde artesanos indígenas hasta innovadores del arte digital y conceptual. La intención es clara: construir un mosaico de expresiones humanas que represente la creatividad global y que, eventualmente, trascienda el tiempo y el espacio.
Más allá de su valor artístico, estos trajes funcionan como cápsulas del tiempo, registros visuales de nuestras culturas en un mundo en constante transformación. Andrés concibe esta iniciativa como una especie de “seguro de vida cultural”, una forma de preservar la esencia de la humanidad ante los cambios radicales que enfrenta el planeta.
Tecnología, Identidad y el Reto de la Creatividad
Art One no solo busca impactar en el mundo del arte, sino también generar diálogos en torno a la neurociencia, la inteligencia artificial y el futuro de la creatividad. Andrés, profundamente interesado en estos temas, advierte sobre los efectos del consumo desmedido de tecnología y la sobreexposición a contenido digital superficial, lo que, según él, está generando un “Brainrot” o deterioro cognitivo colectivo.
“La creatividad está en crisis porque hemos cambiado la imaginación por la inmediatez. En un mundo donde la inteligencia artificial puede crear imágenes en segundos, el arte necesita reafirmarse como un vehículo de humanidad, conexión y emoción”, explica Andrés. Art One se presenta, entonces, como una resistencia artística frente a esta deshumanización, un recordatorio de que el arte sigue siendo una de las herramientas más poderosas para conectar con el otro y con nosotros mismos.
Los Desafíos de un Proyecto sin Precedentes
El camino para materializar Art One no ha sido fácil. Financiación y logística han sido los dos grandes desafíos que el equipo ha tenido que sortear. La producción, exhibición y venta de 128 piezas requiere una planificación meticulosa, y es por eso que han desarrollado un modelo de ingresos que abarca desde NFTs hasta la venta fraccionada de las obras, la comercialización de derechos del documental del proyecto y la creación de una línea de merchandising.
Además, el proyecto cuenta con el respaldo de asesores y expertos en distintas áreas, desde la gestión de patrimonio cultural hasta la optimización de procesos logísticos y alianzas estratégicas con embajadas, museos y universidades.
El Futuro de Art One: Más Allá del Planeta Tierra
En los próximos meses, el equipo de Art One se ha propuesto objetivos ambiciosos:
Obtener el reconocimiento y colaboración de la UNESCO a través del programa “Memorias del Mundo”.
Lanzar una campaña de difusión global para atraer nuevos aliados y artistas.
Exhibir las primeras obras en espacios culturales de alto impacto en Latinoamérica, EE.UU. y Europa.
Comenzar la venta de los primeros 10 trajes, con coleccionistas privados y fondos culturales como principales interesados.
Sin embargo, Art One no solo quiere quedarse en las salas de exhibición. El proyecto tiene un enfoque claro en la educación y el impacto social, llevando su mensaje a comunidades donde el arte puede transformar vidas.
¿Qué impacto esperas que tenga Art One en el mundo del arte y la tecnología?
1-Recopilar y salvaguardar el patrimonio y esencia cultural de la humanidad a través de estos 128 Guardianes Culturales, Arte con funcionalidad de alto impacto social , creando un seguro de vida cultural ante cualquier eventualidad en el planeta.
2-Ser contrapeso ante la crisis de identidad y de sentido que ya afrontamos hoy y que aumenta, promoviendo y recordando nuestra cultura y raíces, ofreciendo una proyección de esperanza hacia el futuro.
3- Impulsar la economía local , el emprendimiento y la creación de empleos mediante ArtOne Ventures, un fondo de inversión internacional autofinanciado con las ganancias y venta de las obras de arte, con la finalidad de usar la tecnología para el beneficio del planeta y la de la humanidad, enfocándonos en proyectos de alto impacto social y soluciones de urgencia para la humanidad.
¿Qué papel juega la neurociencia en tu proceso creativo? Me preocupa el deterior cerebral “Brainrot” por la adicción al consumo de contenido , donde las personas dejan de ser creativas por el uso excesivo de la inteligencia artificial , donde el individualismo genera ansiedad , depresión incluso el suicidio , creo firmemente que la participación comunitaria puede generar un sentido de pertenencia en algo mucho más grande que las diferencias existenciales, usar el arte, la tecnología y la cultura como antídoto ante toda esta deshumanización e incertidumbre me genera una sensación gratificante, mi pequeño granito de arena para intentar ayudar a la mayor cantidad de personas de la forma más inteligente, visualmente el cerebro y la humanidad necesita belleza ante tanta crisis.
Sabemos que vienes realizando programas de formación en MIGRARTE tanto como las mentorías con Julieta ¿Qué herramientas o aprendizajes de MIGRARTE aplicaste en el desarrollo de Art One?
Trabajamos en el desarrollo y perfilamiento de posibles inversores asi como clientes ideales, focalizamos en la segmentación de la propuesta de valor , estrategias de comunicación , plan estratégico de ejecución. A lo largo de las mentorias vimos propuestas de modelos financieros y estrategia de negocios. Fueron importante las observaciones sobre el catalogo digital de la colección asi como estrategia en pitch deck , elevator pitch , y presentaciones comerciales personalizadas para cada perfil para poder abarcar diferentes posibilidades de alcance con el proyecto para lograr su monetización. Julieta también hizo observaciones sobre el mejoramiento de las redes sociales del proyecto .
En este proceso, MIGRARTE, a través de mentorías y programas de formación, Art One ha logrado refinar su modelo de negocio, segmentar sus audiencias y optimizar su estrategia de comunicación.
La sinergia entre MIGRARTE y Art One abre nuevas oportunidades para artistas emergentes, permitiéndoles participar en exposiciones, acceder a becas y visibilizar su trabajo en una plataforma con proyección internacional. Juntas, ambas iniciativas buscan redefinir el futuro del arte, el emprendimiento cultural y la innovación tecnológica.
Un Patrimonio Cultural para el Futuro
Cuando le pedimos a Andrés que resuma Art One en una sola frase, no duda:
“Es el nuevo formato del patrimonio cultural de la humanidad, donde el arte, la colaboración y la tecnología brindan un bien común para el planeta y la humanidad.”
Con un enfoque innovador y una visión clara, Art One se perfila como un hito en la historia del arte contemporáneo, demostrando que la creatividad, cuando se combina con propósito, puede trascender cualquier frontera, incluso las del espacio.
📌 Sigue a MIGRARTE y Art One para conocer más sobre esta revolución artística y sumarte a la comunidad que está redefiniendo el futuro del arte. 🚀🎨
Eres cantante, compositora, publicista y productora independiente. ¿Cómo se interrelacionan estas facetas en tu trayectoria y proceso de creación artística?
Mi formación en publicidad y propaganda, sumada a mi experiencia en comunicación y gestión de proyectos, ha influido profundamente en mi autogestión como artista. Todo ese bagaje me ha proporcionado herramientas clave para gestionar equipos, proyectos y eventos. Aunque a veces trabajo sola, en otras ocasiones formo equipos para llevar adelante proyectos musicales y artísticos. Mi experiencia como comunicadora me ha enseñado a pensar en la música como una carrera profesional y como un medio de trabajo sostenible, abarcando desde la composición y la creación hasta la gestión financiera y el desarrollo de relaciones profesionales.
Tus raíces en el sur de Brasil y tu vida en Garopaba parecen estar muy presentes en tu música. ¿Cómo influyen estas experiencias y este territorio en tu identidad sonora?
Soy del interior de Rio Grande do Sul, donde crecí, pero desde hace cinco años vivo en el litoral, actualmente en Garopaba. Es una ciudad que recibe mucho turismo en verano, especialmente de argentinos, uruguayos y otras nacionalidades. Aunque no he podido viajar tanto como quisiera, esta diversidad cultural en Garopaba me ha permitido acercarme a distintas culturas. Aquí también existe un gran movimiento artístico, como el proyecto Ema Garopaba, que reúne músicos para actividades colectivas de composición, gestionadas por Tiago Bra. Este entorno de colaboración y el paisaje natural de Garopaba, especialmente el mar, influyen enormemente en mi proceso creativo. Componer para mí significa absorber todo lo que me rodea, desde el azul del océano hasta el verde del bosque. Este lugar también me ayuda a cuidar mi salud física y mental, algo que inevitablemente se refleja en mi música.
Relación con el Festival Akará y tu visión
El Festival Akará celebra la diversidad cultural y la resistencia. ¿Cómo están estos valores conectados con tu música y tu carrera?
El Festival Akará es una idea que lleva tiempo gestándose. Aunque aquí el foco principal suele ser la playa y el surf, también existe una rica diversidad musical en la región. Titi (productor del festival) tiene una mirada muy cariñosa hacia la música local, que incluye no solo Garopaba, sino también Floripa, Laguna y Guarda do Embaú. Akará es una celebración de esos encuentros musicales que ocurren de forma natural en esta región, organizada en un evento de cuatro días. Es una oportunidad para que tanto el público como los músicos se conecten con la música autoral y no solo con los paisajes. Este festival busca generar experiencias de intercambio, tanto entre artistas de diferentes países como entre los músicos y el público. Me alegra mucho ser parte de esto y de que una propuesta tan enriquecedora haya cobrado vida.
¿Qué significa para ti participar en un festival que reúne artistas de toda América Latina y el mundo, en un lugar tan simbólico como Praia do Rosa?
Recientemente participé en el Festival La Serena, en Uruguay, y fue el ejemplo perfecto de lo que significa mezclar y celebrar la diversidad musical. Akará tiene esa misma intención: reunir artistas de toda América Latina para compartir experiencias y crear comunidad. Para mí, como artista, este tipo de eventos son una oportunidad única para colaborar, aprender y conectar con nuevos públicos y culturas. Además, sirven para fortalecer la escena musical autoral y fomentar un intercambio que enriquece tanto a los músicos como al público.
Akará es una celebración de esos encuentros musicales que ocurren de forma natural en esta región, organizada en un evento de cuatro días. Es una oportunidad para que tanto el público como los músicos se conecten con la música autoral y no solo con los paisajes. Este festival busca generar experiencias de intercambio, tanto entre artistas de diferentes países como entre los músicos y el público.
Próximos pasos y futuro artístico
El año recién comienza con tu participación en este festival. ¿Cuáles son tus próximos pasos?
Mi intención es continuar este movimiento de colaboración e intercambio. En los próximos tres meses, planeo seguir de gira, explorando y componiendo. En invierno, quiero grabar un disco con composiciones inéditas y colaboraciones, para lanzarlo el próximo año con una nueva gira. Este álbum estará inspirado en las experiencias de los últimos años, en los festivales y encuentros que he vivido, como Akará y La Serena. Será un proyecto muy colectivo, dedicado a las personas y músicos que han marcado mi camino. Mi objetivo es reflejar la riqueza musical y cultural de América del Sur, mostrando cómo los encuentros humanos alimentan mi arte.
Migrarte, autogestión y movilidad artística
Como artista independiente, ¿qué importancia le das a las herramientas de autogestión y a comunidades artísticas como Migrarte para impulsar proyectos y carreras?
Las herramientas de autogestión y las plataformas como Migrarte son esenciales para los artistas independientes. A través de estas, podemos conectarnos con diferentes públicos y culturas, lo que tiene un impacto directo en nuestras carreras. Por ejemplo, muchos de los contactos que he hecho han surgido en festivales como La Serena o NOA Tiene que Andar en Argentina, donde conocí a artistas con quienes sigo colaborando. Estos encuentros generan afecto, intimidad y un intercambio de historias y culturas que van más allá del ámbito profesional.
Migrarte, en particular, me parece una plataforma que facilita la vida de los artistas al conectar a personas con los mismos objetivos y valores. Además, fomenta una comunicación sostenible y coherente. Agradezco profundamente al equipo de Migrarte por crear este espacio que nos permite soñar con una movilidad artística más accesible y segura. Mi intención para este año es seguir explorando y creando, y plataformas como esta son aliadas fundamentales para alcanzar ese objetivo.
Las herramientas de autogestión y las plataformas como Migrarte son esenciales para los artistas independientes. A través de estas, podemos conectarnos con diferentes públicos y culturas, lo que tiene un impacto directo en nuestras carreras.
Gracias Amanda por tu sinceridad, tu música y tu energía. Deseando poder escucharte pronto en tu presentación en Festival Akará 🤗
Cruzamos fronteras con el arte, de la mano de Valenart y su universo.
Valentina Macedo (Valenart) es Licenciada en Artes Plásticas y Visuales, con especialización en pintura en movimiento y Pintura de Acción. Como artista polifacética, se dedica a la pintura en vivo a través de la música, fusionando dos formas de expresión artística de manera única.
Tienes un recorrido y estilo único que nos encanta ¿Dónde te formaste o cómo fue que llegaste a ese desarrollo artístico?
Gracias Migrarte primero que nada por el espacio, soy egresada de la carrera de Bellas Artes, de la Universidad de La República UDELAR, me licencie en Artes Plásticas y Visuales y desarrolle la Tesis sobre Pintura en movimiento, performance y Arte colectivo.
Mi inquietud por el Arte comienza desde muy pequeña, pinto desde que tengo uso de razón y veo pinceles desde niña porque mi padre se dedica al mantenimiento de fachadas y las cartas de colores y rodillos era habitual verlos por la casa.
Sabemos que tuviste una experiencia increíble cruzando el charco ¿Crees que moverte y cambiar de contexto influye en tus procesos creativos o de gestión? Cuenta para quienes no saben sobre esa experiencia.
Tuve la oportunidad de exponer de manera colectiva en París en el marco de la Semana de América Latina en la Universidad de Sorbona, en la exposición Impressionis – vous. Fue uno de los acontecimientos más importantes de mi carrera, al tratarse de un reconocimiento a nivel Internacional.
Creo que si influye poder salir del país, para conocer otras culturas, colores e inspiraciones, el Artista Visual se alimenta mucho de lo que nos rodea, y puedo afirmar que mi manera de ver las cosas cambió mucho y se abrió un abanico de infinitas lecturas. Poder compartir con otrxs artistas, también me resultó muy enriquecedor y volvería hacerlo mil veces, viajar es crecimiento personal y la posibilidad de que alguien pueda ver tu arte y le llegue, arte Latinomaericano.
Migrarte es una plataforma de oportunidades para artistas. ¿Cómo crees que migrarte puede ayudar a vivir ese tipo de experiencias? Ya que eres parte de la comunidad, cuéntanos: ¿Qué fue lo que más te gustó de la plataforma?
Creo que Migrarte, puede ayudar mucho a quienes queremos empezar a mostrarnos al mundo, porque lidera un equipo capacitado desde la experiencia de haberlo hecho y vivido, me resulta muy admirable que sean mujeres y nos empoderan y dan esperanzas de que se puede lograr. Desde que estoy en Migrarte, pude acceder no solo a un campo de posibilidades de nivel informativo, sino también a conectar con artistas de otras partes del mundo. Los encuentros a través de la plataforma, genera enlaces confiables y empatizas con personas en tu misma situación con ganas de conocer y hacer.
Lo que más me gusta de la plataforma es la excelente coordinación que tienen para todo y la posibilidad de generar lazos y contactos a nivel internacional con la garantía y seguridad, te ayuda a organizar tu viaje de arte!
¿Tienes algún proyecto vigente para compartirnos y que te interese que la comunidad sepa? Queremos difundirlo!
Me agarran craneando la posibilidad de poder pintar algo en el exterior, ¡quisiera que suceda! seguro lo logre con ustedes, pero lo que quiero empezar a expandir es mi nombre como Artista VALENART, creo que lo de París fue un antes y un después que aun sigo procesando, pero me encantaría que el “mundo Valenart” pudiera llegar a marcas internacionales y ser colaboradora de las mismas.
Pintar la música y en vivo es en lo que me destaco y sueño con poder seguir trabajando de esto pero a nivel internacional como Romero Britto por ejemplo.
“Quiero que mis colores lleguen al mundo”
Valenart
Valenart es pura inspiración, proceso creativo e impacto. Nos ha encantado explorar su trayectoria y compromiso con la expresión artística y la inclusión. Gracias Valen!
Con la música como bandera, Franco Conti nos motiva a pensar en el poder transformador del arte.
Nacido en la ciudad argentina de Mendoza y embarcado en un recorrido musical desde temprana edad, Franco fusiona diferentes pedagogías musicales, no solo en la guitarra, sino también en una variedad de instrumentos y en la producción musical.
Sabemos que tu perfil es diverso y tus estudios de formación estuvieron ligados a otros ámbitos. ¿Cómo descubriste esta pasión por la música y que querías dedicarte a ella? ¿Cuáles son tus motivaciones artísticas?
Mi pasión por la música la “descubrí” de niño, creo que es algo inherente a mi ser. Siento una atracción muy fuerte hacia ella imposible de manifestar en palabras y desde mis primeros recuerdos hasta el presente me acompaña.
Desde los 8 años le dediqué tiempo sin otro objetivo que el de tocar, hasta que en un momento de viajes y epifanías a mis 23 años visualicé claramente que tenía algo de valor para compartir con los demás y así cobró sentido el querer profesionalizarme, es decir el juego y mi propia pulsión, sin darme cuenta habían construido algo que para mí es muy valioso y serio.
Mis motivaciones artísticas (extrapolando lo artístico a lo global no sólo a la música) se pueden dividir en 2: una es la intrínseca, la cual me acompaña desde el principio y mediante ella he formado mi realidad, desarrollado mis pensamientos, mi sentir y las proyecciones de mi vida. La otra son las personas que me escuchan y conectan con mi trabajo, con las cuales estaré eternamente agradecido porque me hicieron notar que tengo algo para dar y son la razón por la cuál tomé la decisión de trabajar no sólo en lo intrínseco (individual), sino también, agregar el trabajo de sacar eso hacia afuera de la mejor manera posible.
Estuviste viajando y presentándote en diferentes lugares ¿Cómo fue esta aventura?
Si, como comentaba antes, descubrí el oficio mientras viajaba y estuve algunos años viviendo en diferentes países, trabajando con música y cocina. La cocina para mí es otro trabajo que su fin es un placer como también estar en contacto con lo primitivo de mi ser (oler, ver, tocar, cocinar, comer) sumado a eso era mucho más fácil conseguir dinero con esta actividad la cual me gusta pero estaba seguro que quería trabajar en la música, por lo que de a poco me las fui ingeniando para hacer cada vez más música y menos cocina (profesionalmente), fue así que empecé a establecer un plan a largo plazo, educándome en producción musical, grabación, mezcla, producción ejecutiva, realizando composiciones y tocando.
El clímax de tocar y producir fue hacer una gira autogestionada por Argentina, donde presenté mi 1er álbum “Yendo” con 30 shows en 12 provincias. Al finalizar la misma comenzamos la productora “Medusa” con mi gran amigo y colega Lucas Martín.
La aventura de estos viajes fue la posibilidad de experimentar desde un montón de lugares diferentes, tocando en la calle, pidiendo permiso en restaurantes, en el bondi, en bares, clubes, escenarios, teatros, centros culturales, producciones íntimas, en la playa, la montaña, el río, el desierto, la selva, plena ciudad, etc. y con personas diferentes.
“Claro está que el contenido de la música que hago (como el de mi ser) está plagado de estos viajes, de sus experiencias, sus sonidos, floras, faunas, culturas, personas que no olvidaré y la intensidad que conlleva el ser nómade”.
Migrarte es una plataforma de oportunidades para artistas. ¿Cómo crees que migrarte puede ayudar a vivir ese tipo de experiencias? Ya que eres parte de la comunidad, cuéntanos: ¿Qué fue lo que más te gustó de la plataforma?
Lo que más me gusta de la plataforma es la red de contactos, es su motor más fuerte y mediante estos se pueden hacer realidad un montón de experiencias y proyectos. Creo que la información que brindan también suma a que las personas puedan tener este tipo de experiencias, ya que suavizan ciertos temores que algunxs puedan tener y desbloquean trabas de perspectivas ya sea leyendo las experiencias de otrxs o desarrollando las herramientas de los cursos.
¿Tienes algún proyecto vigente para compartirnos y que te interese que la comunidad sepa? Queremos difundirlo!
Actualmente estamos trabajando con Lucas en Medusa, la cual es una empresa de servicios artísticos compuesta por 3 unidades: Medusa banda (Lucas y yo + sesionistas), Medusa productora de eventos y Medusa productora artística (producción musical y ejecutiva).
Actualmente las 3 unidades se encuentran en funcionamiento: estamos presentándonos en vivo, el 12 de octubre realizaremos nuestro 4to evento en Mendoza con artistas de CABA y del sur de Argentina y estamos produciendo, grabando y mezclando álbums de musicxs mendocinxs.
En Abril del 2024 nos vamos con Medusa a México para mostrar nuestro trabajo y generar relaciones con el entorno artístico Mexicano, la idea es internacionalizar la empresa utilizando nuestros conocimientos y experiencias tanto en el sector artístico y empresarial como en el ser nómades.
La música siempre ha sido más que una pasión para Franco; es su canal de vida para interpretar, comunicar y conectar con el mundo que lo rodea. Durante sus viajes, Franco adquirió una profunda conciencia de que la música lleva consigo un mensaje que trasciende su propia individualidad. ¡Gracias Franco por compartir tus aprendizajes a través de esta entrevista para la comunidad Migrarte!
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Sol Martínez, artista plástica, pintora, dibujante y muralista.
“La experiencia de vivir, estudiar y conocer gente nueva en ese ámbito es increíble. Éramos casi 70 personas, todos de diferentes países y otros luagres de España. Todos con un interés en común, el de la ilustración, el arte, el dibujo.”
Fernando Franjo nos cuenta sobre un proyecto que investiga cafés que tienen historia y los une en una propuesta cultural y turística fascinante. Historiador y periodista capitaliza muy bien sus conocimientos para ir más allá de las referencias turísticas sociales y encontrar en localidades los Cafés que hacen al sentido de pertenencia y la historia de cada lugar.
Fernando, cuéntanos sobre café históricos. Nos intriga mucho este proyecto y conocer en profundidad de qué trata y su relación con la cultura.
Como historiador y periodista me he interesado desde hace años por el estudio de los Cafés históricos como algo más que un local precedido por un recorrido cronológico o por un decorado fastuoso, sino como una referencia cultural y social y de cada una de las ciudades en las que se encuentran porque Café y ciudad están estrechamente enlazados.
Comencé a investigar y a viajar en clave de Café entendiendo el Café como una especie de etapa de una ruta turística y también cultural.. Pero creo que lo fundamental es definir los términos de Café histórico. Intento escapar de las definiciones convencionales. No quiero restringir este concepto a aquellos locales monumentales que a todos nos suenan por reportajes a todo color en revistas y muchos de los cuales se han convertido en un local turístico masificado en grandes ciudades. En muchas ocasiones, el calificativo histórico es equívoco. No deberíamos ceñirnos a los Cafés que juegan en otra categoría (Majestic, en Porto; Greco en Roma: New York, Budapest. Tortoni, Buenos Aires). Yo intento ampliar esta definición a aquellos establecimientos que tienen historia en sí mismos, que son referencia social de cada una de sus ciudades o localidades, que además presumen de ellos. Podemos viajar por todo el mundo y encontrar Cafés que nos ayudarán a comprender el significado, los atractivos y narrar la historia de cada ciudad, en definitiva, su patrimonio. Pensemos que un Café que abrió sus puertas hace cien o ciento cincuenta años, es un reflejo fiel de su entorno y de su ciudad y ha pasado por encima de todos sus cambios políticos, sociales, urbanísticos, etc.
Pero el Café histórico no nace como tal, no abre sus puertas con la intención de entrar a formar parte de la historia. Recibe esa categoría con el paso de los años y de todos aquellos que lo visitan y frecuentan, tanto aquellas personalidades individuales que han pasado con su nombre y apellido a la historia (escritores, políticos, artistas etc..) como por los miles y miles de personas anónimas que los han frecuentado o visitado y han traído su legado hasta la actualidad. Todos ellos, unos y otros, son los que escriben la historia.
Ahora en los tiempos que vivimos, todo es un poco más complicado. Un Café no puede vivir de la nostalgia y de su nombre o del hecho de haberse convertido en una marca registrada. Los tiempos han cambiado y el siglo XXI tiene nuevas exigencias pero los Cafés siguen siendo puntos de encuentro de nuestra sociedad, es verdad que más de conversaciones que de tertulias y también más de imagen y tecnología que de letra escrita.
El Café histórico de la actualidad debe asumir una serie de desafíos que pasan por conjugar la modernidad, las pautas de calidad en producto y servicio, el respeto a la historia y patrimonio que los preceden y el siempre difícil reto de conjugar la presencia autóctona y el turismo masivo en el que en tantas ocasiones se ven inmersos muchos establecimientos, una opción tan legítima como en ocasiones necesaria para su continuidad, y que sería objeto de un largo debate.
En este sentido, creo que es extraordinariamente importante a día de hoy la gestión y la actividad cultural y en especial en este momento, que puede convertir cada uno de estos recintos en locales diferenciados y con propuestas experienciales que van más allá de la cultura del selfie y la invisibilidad que tantas veces los define.
Lo que nos cuentas cobra mucho sentido en relación a la cultura. Tal como dices en la actualidad hay una “nueva cultura” del selfie que borronea un poco el ritual del encuentro como actividad cultural dónde los Cafes tienen un gran protagonismo. Claramente tu recorrido y experiencia te permite ver un poco más allá para poder hacer el análisis y capitalizarlo en tan lindo proyecto. Ahora, sabemos que tienes un amplio recorrido en prensa y radio. Nos gustaría que nos cuentes sobre alguna experiencia en particular de esos ámbitos ¿Qué puedes contarnos de esa experiencia enriquecedora y el rol que ocupaste?
Durante más de veinticinco años he trabajado en prensa escrita fundamentalmente en la parcela cultural, con especial dedicación a la música. Sobre tema sobre también trabajé en radio durante años. He tenido la fortuna de reflejar en mis páginas y en mi trayectoria radiofónica durante toda mi trayectoria entrevistas con grandes músicos de géneros como folk, rock o jazz, actores, escritores, etc. Pero también he trabajado mucho en patrimonio, cultura y turismo, siempre en mi ciudad y gran capital de la cultura Santiago de Compostela. Esto último ha estado siempre en relación con mi formación inicial de historiador, que de una u otra forma siempre ha guiado mi trayectoria periodística. Esto fue, sin duda, lo que motivó que empezase a interesarme por el mundo de los Cafés que surgió como un tema puntual pero que me apasionó y sobre él he escrito dos libros y numerosas publicaciones en prensa y radio con el título La vuelta al mundo en 80 cafés
Paralelamente a mi trabajo periodístico, completé mis estudios de gestión cultural e inicié hace algunos años mi actividad como gestor y comisario de exposiciones y en la actualidad compagino esta parcela con proyectos de comunicación y marketing.
Nos encantaría que sumes tu proyecto a la plataforma. Migrarte es una plataforma de intercambio para artistas y diseñadores, se creó para facilitar la conexión entre artistas y la participación en proyectos culturales colaborativos, residencias artísticas, intercambios, proyectos artísticos. ¿Crees que MIGRARTE puede ayudar a vivir ese tipo de experiencias ? ¿Por qué?
Por supuesto que sí. Como decía, en el caso concreto de los Cafés y en especial de loe entornos avalados por la historia y el patrimonio es extraordinariamente importante el componente cultural. Un proyecto en el que trabajamos actualmente con el nombre de Cafés no Camiño (Cafés en el Camino) y sigue una ruta por varios cafés centenarios del Camino de Santiago entre Portugal y Galicia. En este proyecto, cada uno de los locales acoge una serie de veladas protagonizadas por distintos espectáculos que complementan la habitual oferta musical: live painting, teatro, monólogos, magia, circo, etc. Yo he sido testigo del paso de intérpretes locales que comenzaron en un pequeño escenario de Café y que hoy llenan pabellones con miles de asistentes en sus conciertos.
Plataformas como Migrarte permiten, sin duda, visibilizar y conectar a gestores culturales, artistas y casi lo más importante y complicado: a los responsables de los locales y también a las instituciones de la viabilidad de proyectos colaborativos en estos escenarios. Creo que es una vía de futuro que es necesario abordar.